Alegría, Ricardo

Nació en San Juan en 1921. Antropólogo, folklorista, historiador, cuentista, promo-tor cultural, son sólo algunas de las áreas del quehacer cultural en las que Ricardo Alegría ha dejado sentir su fino intelecto humanista. Su nombre ha llegado a ser casi sinónimo de la cultura puertorriqueña. Sus aportaciones a la antro-pología, historia indígena o precolombina en la Isla y en el Caribe, a la historia y folklore puertorriqueño le han valido la distinción de ser nombrado entre los humanistas reco-nocidos por el Gobierno de los Estados Unidos de Norte-américa.

Entre sus logros se encuentra el establecimiento del Instituto de Cultura Puertorriqueña, el cual dirigió hasta la década de los setenta. A Ricardo Alegría le debemos el rescate de muchos de los valores culturales de Puerto Rico y la instauración de programas que habrán de rescatar no sólo nuestro pasado histórico (y su legado en el ámbito artesanal y arquitectónico colonial) sino también en fomentar las artes contemporáneas en todas sus manifestaciones. Actualmente dirige el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, fundado por él después de su gestión en el Instituto de Cultura Puertorriqueña. Este centro docente pos-graduado ofrece cursos centrados en  varias facetas de la cultura puertorriqueña.  También dirige el Museo Las Américas en el viejo San Juan, localizado en el Cuartel de Ballajá. 

Sus aportaciones a la antropología sirvieron para orientar a futuros estudiosos en la búsqueda científica e indagación histórica sobre el origen de los grupos indígenas de Puerto Rico y el Caribe. Entre su voluminosa obra antropológica difundida a través de revistas y periódicos, se destacan Historia de nuestros indios (1950), Apuntes en torno a la mitología de los indios taínos en las Antillas Mayores y sus orígenes suramericanos (1978).

Ricardo Alegría fue un afanoso recopilador de leyendas y costumbres del país, presentadas en libros como Las fiestas de Santiago Apóstol en Loíza Aldea (1954) y Cuentos folklóricos de Puerto Rico (1967). Muchas de sus recopilaciones y adaptaciones del folklore puertorriqueño sirvieron como base en libretos para el ballet. Su cuento Los renegados (1962) sirvió de libreto para una coreografía en 1965. Su leyenda sobre Urayoán fue llevada al ballet en 1960. Una pieza de baile sobre la barriada La Perla fue basada en una narración de Alegría titulada Cuando las mujeres (1960).

La obra de recopilación llevada a cabo por Ricardo Alegría ha sido valiosa fuente para estudios posteriores. El sitial que ahora ocupa la artesanía en general y la talla de santos en particular, se debe, en mayor parte, al auspicio y protección que Alegría promovió desde el Instituto de Cultura Puerto-rriqueña.        

Definitivamente, es Ricardo Alegría el pilar de la cultura puertorriqueña por la labor desinteresada en la conservación de nuestra historia como pueblo.  Don Ricardo Alegría ha sido premiado un sinnúmero de veces por instituciones tan prestigiosa como la Universidad de Gerogetown, Yale, Harvard y el Museo Smithsonian.