Ley Núm. 97 del
año 1998 Ley para Fomentar
la Siembra de Arboles cuyas Frutas o Semillas Provean Alimento a Especies de
Aves Silvestres de Puerto Rico
(P. de la C. 225), Ley 97, 1998
(Reconsiderado)
LEY NUM. 97 DEL 24 DE JUNIO DE 1998
Para establecer la "Ley para Fomentar la Siembra de Arboles cuyas Frutas o Semillas Provean Alimento a Especies de Aves Silvestres de Puerto Rico" y disponer que del total de árboles a ser sembrados en todo proyecto de reforestación en que se utilicen fondos públicos o privados, o en una combinación de éstos, un quince (15) por ciento en las áreas rurales y un diez (10) por ciento en las áreas urbanas sean de especies cuyas frutas o semillas sirvan de alimento a las aves silvestres que residan temporal o permanentemente en éstas.
EXPOSICION DE MOTIVOS
El crecimiento poblacional en nuestra isla y el consiguiente desarrollo urbano, entiéndase, construcción de viviendas, edificios públicos, centros comerciales, carreteras, puentes, represas, acueductos, plantas de tratamiento y otros, han resultado en la destrucción de grandes extensiones de bosques. Las actividades agrícolas, entre ellas el cultivo de cosechas tales como el café y los plátanos, y la ganadería tanto de carne como de leche han sido responsables del desmonte de grandes extensiones de bosques. Como consecuencia de las actividades antes señaladas se expone el terreno provocando que las aguas de escorrentías arrastre éste hacia las cuencas hidrográficas. Esta a su vez contribuye a la sedimentación de los embalses existentes en la Isla y reduce la capacidad de almacenaje de agua de los mismos.
La destrucción de los bosques también ha afectado adversamente nuestra fauna, ya que muchas especies de aves silvestres dependen de los árboles para su protección y alimento. De hecho, hay un sinnúmero de especies de aves que dependen exclusivamente de frutas y/o semillas producidas por árboles y arbustos silvestres para su supervivencia. La Paloma Rubia o Turca (Columba squamosa), por ejemplo, obtiene su sustento de una serie de árboles que fructifican en distintas épocas, moviéndose a través de diferentes especies de árboles durante el año.
La necesidad de reforestar áreas que han sido perpetuadas ha motivado el que varias entidades públicas y privadas se estén involucrando en proyectos de esta índole. El propósito principal de estos proyectos es reducir la erosión pero no toman en consideración el aspecto de la producción de alimento para las aves silvestres. Entre los beneficios que nos ofrecen las aves es que las mismas ayudan a transportar semillas de un lugar a otro; mantienen insectos dañinos para el ser humano a niveles bajos; destruyen las semillas de yerbajos que compiten con los cultivos; algunas se alimentan de material de animales muertos; se aprovechan para la caza; imparten belleza y armonía a la naturaleza; son indicadores de estaciones y condiciones de tiempo.
La reforestación con especies de árboles que en adición a evitar la erosión del terreno y conservar la humedad proveen alimento a varias especies de aves silvestres está en consonancia con la disposición contenida en la Sección 19, Artículo VI de nuestra Constitución, que expone: "Será política pública del Estado Libre Asociado de Puerto Rico la más eficaz conservación de sus recursos naturales, así como el mayor desarrollo y aprovechamiento de los mismos para el beneficio general de la comunidad...". Siendo la Constitución la ley suprema que gobierna la vida de todos los puertorriqueños, es deber ineludible de la Asamblea Legislativa velar porque sus disposiciones se hagan cumplir.
DECRETASE POR LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DE PUERTO
RICO:
Artículo 1.-Esta Ley se conocerá como Ley para Fomentar la Siembra de Arboles Cuyas Frutas y/o Semillas Provean Alimento a Especies de Aves Silvestres de Puerto Rico.
Artículo 2.-Para los efectos de esta Ley, los siguientes términos significan lo siguiente:
(a) Estado Libre Asociado de Puerto Rico - significa la isla de Puerto Rico, las islas de Vieques, Culebra, Mona, Caja de Muertos y todos los demás islotes bajo la jurisdicción del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.
(b) Aves silvestres - Significa cualquier especie de ave residente temporal o permanentemente cuya propagación natural no dependa del celo, cuidado o cultivo de su propietario y se encuentre en estado salvaje, ya sea nativa o adaptada en el Estado Libre Asociado de Puerto Rico; o cualquier especie de ave migratoria o especies exóticas que hayan sido introducidas al Estado Libre Asociado de Puerto Rico.
Artículo 3.-Se reafirma la declaración de política pública contenida en la Ley Núm. 70 de 30 de mayo de 1976, según enmendada, de que constituyen propiedad del Estado Libre Asociado de Puerto Rico todas las especies de vida silvestre que hayan adquirido tal condición y que se encuentren dentro de los límites territoriales del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.
Artículo 4.-En todo proyecto de reforestación en que se utilicen fondos públicos o privados, o en una combinación de éstos, un quince (15) por ciento en las áreas rurales y un diez (10) por ciento en las áreas urbanas, del total de árboles a ser sembrados, serán de especies cuyas frutas o semillas sirvan de alimento a las aves silvestres que residan temporal o permanentemente en ésta.
Artículo 5.-Las especies de árboles o de arbustos tales como pero no limitativos que habrán de ser sembradas para cumplir con las disposiciones de esta Ley, son:
Nombre
Científico Nombre Común
Alchornea latifolia Achiotillo
Andira inermis Moca
Annona montana Guanábana cimarrona
Annona muricata Guanábana
Annona reticulata Corazón
Annona squamosa Anón
Ardisia obovata Mameyuolo
Bourreria succulenta Palo de Vaca
Bumelia obovata Araña de Gato
Bumelia salisifolia Tabloncillo
Bunchosia glandulosa Café forastero
Busera simaruba Almácigo
Byrsonima lacida Palo de doncella
Byrsonima spicata Maricao
Casearia decandra Palo Blanco
Casearia guinensis Palo Blanco
Cassipourea guinensis Murta
Cephalocereus royenii Sebucán
Chionanthus domingensis Hueso blanco
Citharexylum fruticosum Péndula
Clusia clusiodes Cupeíllo
Clusia rosea Cupey
Coccoloba diversifolia Uvilla
Colubrina reclinata Maví
Cordia alba Cereza blanca
Cordia borinquensis Capá cimarrón
Cordia Collococca Cerezo
Dacryodes esxelsa Tabonuco
Dripetes glauca Varital
Eugenia malaccensis Manzana Malaya
Eugenia maleolens Anguila
Eugenia rhombea Hoja menuda
Eritnrina oerteroana Bucayo enano
Eritnrina glauca Brucayo
Ficus citrifolia Jaguey blanco
Ficus sintenisi Jaguey colorado
Guaiacum officinale Guayacán
Guaiacum sactum Guayacán
Guettarda elliptica Cucubano
Guettarda kugii Cucubano
Licaria parviflora Canelilla
Miconias sp. Camasey
Melicoccus bijugatus Quenepa
Ocotea coreacea Laurel avispilla
Ocotea sp. Laureles
Palicourea sp. Cachimbo
Petitia domingensis Capá blanco
Phyllantus acidus Grosella
Picramia pentandra Guarema
Piper aduncum Higuillo
Pouteria multiflora Jacana
Prunus occidentalis Almendrón
Psidiun guajava Guayaba
Psychotrias sp. Cachimbo
Rapanea ferruginea Mantequero
Rapanea guianensis Sádula
Roystonea borinquena Palma Real
Schaefferia frutescens Cafeíllo
Schefflera morototoni Yagrumo macho
Sideroxylon foetidissimum Tortugo amarillo
Solanum rugosum Tabacón
Solanum torvum Berenjena cimarrona
Spondias mombin Jobillo
Tabebuia heterophylla Roble nativo
Tamarindus indicus Tamarindo
Theobroma cacao Cacao
Trema lamarckianum Cabrilla
Trema micranthum Guacimilla
Trichilia hirta Cabo de hacha
Trichilia pallida Ramoncillo
Zanthoxylum martinicense Espino rubial
Zanthoxylum monophyllum Espino blanco
Artículo 6.-La selección de las especies árboreas mencionadas en el Artículo 5 y las áreas a ser reforestadas será realizada bajo las recomendaciones técnicas de la División de Reforestación del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales. En adición, se tomarán en consideración los siguientes factores, entre otros:
a. tipos de flores y frutas que producen las especies
b. posibilidad de riesgo de accidentes y problemas de seguridad,
incluyendo el atractivo del fruto para las personas y los niños
c. potencial de descomposición de frutos y su consecuente
potencial de propagación de insectos plaga y enfermedades
d. potencial de problemas de limpieza y olores objetables
e. peligrosidad de especies alcaloides para las personas
f. tránsito de peatones o vehículos
g. potencial de daños a la propiedad pública y privada,
tomando en consideración el área basal del árbol
y el tamaño de sus raíces
h. su adaptabilidad del clima y suelo al sitio a sembrarse
Artículo 7.-El Secretario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales queda facultado para determinar mediante reglamento la organización, implantación y administración de esta Ley.
Artículo
8.-Esta Ley comenzará a regir treinta (30) días después de su
aprobación.
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